El pasado mes de abril, os hacíamos participes de la incorporación de la Gamificación a las metodologías empleadas en el aula de la ESID para el aprendizaje y adquisición de idiomas, mediante un juego tradicional re-adaptado para trabajar, perfeccionar y evaluar los conocimientos de nuestros alumnos de cara a la obtención del FCE. Un juego que, recordamos, es flexible y adaptable a todos los niveles educativos e idiomas. Hoy, siguiendo la misma línea de trabajo y el mismo enfoque metodológico, nos gustaría presentaros una de las actividades que llevamos a cabo en las clases de FCE con los alumnos de Bachillerato: el “ESCAPE THE CLASSROOM”.
Como muchos ya sabréis, la popularidad del «Escape Room» ha proliferado en los últimos años y debido a ello, así como el interés y buen recibimiento por parte de las nuevas generaciones, no es de extrañar que, algo que comenzó como una actividad lúdica y de tiempo libre, haya sido readaptada para poder formar parte de las aulas y de la educación del siglo XXI.
Un Escape Room educativo es una experiencia educativa cercana al juego con la que se desafía a los alumnos a “salir” de una habitación en la que se han quedado “encerrados”. Para poder hacerlo, los alumnos tendrán que superar una serie de retos – en nuestro caso retos gramaticales con los que hemos revisado conceptos como el uso de los condicionales y la formación de oraciones pasivas – para conseguir la “llave” o “claves” que les llevarían a la siguiente habitación.
Este tipo de experiencias educativas calan en el alumno de forma positiva y de alguna forma modifican y transforman su forma de ver una asignatura que para más de uno es considerada como un reto. Además, implementando este tipo de enfoque metodológico, conseguimos: promover la motivación de los alumnos, permitirles que aprendan mientras hacen, facilitarles la inmersión en el aprendizaje, ayudarles a desarrollar su imaginación a la hora de resolver problemas, fomentar la cohesión en el grupo y el trabajo en equipo y, por último pero no por ello menos importante, evaluar el conocimiento adquirido por nuestros alumnos.
Además, este tipo de actividades son a su vez experiencias vivenciales que abren la puerta a nuestros alumnos al desarrollo de habilidades transversales como la atención, el trabajo en equipo o el razonamiento lógico, mientras desarrollan otras competencias del currículo, como aprender a aprender o la competencia comunicativa.
Como ya mencionamos con anterioridad, nuestro Escape Room o Escape the Classroom, nos ha ayudado a trabajar aspectos gramaticales – uso de condicionales y pasivas – a la vez que afianzamos y evaluamos que los alumnos han adquirido dicha competencia gramatical durante el tercer trimestre.
En esta foto podéis ver parte de los materiales que hemos utilizado para la realización de nuestro Escape de Classroom. Como veis, hemos empleado las portadas de novelas de origen anglosajón. Estas novelas han sido la clave con la que hemos comenzado nuestro juego. Los alumnos recibieron una cartulina con la pista principal: los nombres de escritores y escritoras de Reino Unido y Gran Bretaña que tendrían que relacionar con las portadas que veis en la imagen. Una vez localizadas las portadas correspondientes, los alumnos encontraron unos números en la parte trasera con los que pudieron abrir los candados y, así, continuar con el juego.
Tras abrir el primer recipiente, los alumnos se encontraron unas oraciones de condicional que debían solucionar para encontrar la clave de salida de la primera habitación. Esta clave llevaría a los alumnos a la cafetería del Centro, donde tendrían que encontrar el siguiente reto. Después de mucho buscar, los alumnos encontraron el siguiente reto bajo dos de las sillas de la cafetería. Este reto consistía en la construcción de un puzzle del mapa de los Estados Unidos que, una vez completado, les llevaría a una nueva habitación, ya que este tenía escrito en la parte trasera la pista necesaria para poder seguir jugando.
Una vez los alumnos llegan a la siguiente habitación del juego, reciben una pregunta de gramática junto con unas transformaciones de oraciones pasivas. Estas oraciones pasivas contienen las palabras clave con las que tuvieron que completar un texto. Las palabras empleadas y el orden en el que aparecen en el texto a completar tendrán que ser encriptadas con un código que llevó a los alumnos a la siguiente parte del juego.
Una vez encriptado el código, los alumnos reciben una nueva pista, en este caso una adivinanza que les llevará a la siguiente habitación. En nuestro caso, la solución de la adivinanza les llevó al reloj que hay en clase donde encontraron otro reto, un trabalenguas que todos los alumnos del equipo deberán repetir para conseguir la antepenúltima pista del juego. Tras pronunciar el trabalenguas, los alumnos reciben otra adivinanza y una pista que les llevará a la última parte del juego y con la que tendrán que encontrar la llave que abre el candado final.
Una vez los alumnos encontraron la llave y abrieron dicho candado, estos se encontraron un mensaje de ánimo de cara al fin de curso y los exámenes finales, además de un pequeño premio para ellos: unas bolsas de gominolas.
Este ha sido nuestro primer Escape the Classroom, el primero de muchos, con el que hemos ayudado a fomentar el aprendizaje de nuestros alumnos desde una perspectiva actual y vanguardista.
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